Alexander Zverev, actual campeón del Abierto de Roma, cree que ha recuperado su ritmo después de un período desafiante que siguió a su derrota en la final del Abierto de Australia. El número 2 del mundo admitió que sus dificultades al inicio de la temporada, incluidas las eliminaciones en la primera ronda de Indian Wells y Monte Carlo, fueron causadas por el agotamiento, ya que continuó compitiendo sin tomarse un descanso tras su derrota contra Jannik Sinner.
Sin embargo, su victoria en el título de Múnich, en abril, reavivó su confianza y marcó un punto de inflexión en su forma.
Reflexionando sobre su difícil comienzo de año, Zverev destacó que tanto su agotamiento físico como mental afectaron su rendimiento. Subrayó cómo el exigente calendario de viajes y competiciones en el tenis profesional deja poco espacio para la recuperación, tanto física como mental. Reconociendo sus propios límites, Zverev admitió que necesitaba tiempo para resetearse y ahora se centra en mantener una actitud positiva, sacando aliento de su éxito reciente.
Zverev también abordó las críticas de los medios sobre su reciente bajón de forma, expresando frustración con la rapidez con la que los jugadores son juzgados durante los períodos difíciles. Defendió su posición como número 2 del mundo, señalando los resultados consistentes y las victorias en torneos como justificación. Con la esperanza de una buena actuación en Roma, sigue decidido a llevar esta forma renovada al Abierto de Francia, confiado en que puede estar a la altura de la ocasión cuando más importa.
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