Antes de abandonar la cancha tras perder en semifinales, Djokovic se detuvo para colocar sus bolsas de raqueta sobre la tierra batida y ofreció una despedida sentida a los espectadores. En la cancha Philippe Chatrier, se arrodilló para tocar la tierra, puso la mano sobre su pecho y saludó al público, un momento que pareció ser un posible adiós definitivo para el campeón de 38 años. No está claro si fue un adiós final o simplemente temporal.
Tres veces campeón de Roland Garros, Djokovic no pudo superar al número uno del mundo, Jannik Sinner, quien lo venció en sets corridos. El partido estuvo cargado de emociones para Djokovic, quien admitió no estar seguro si regresará alguna vez a Roland Garros.
Describió el ambiente y el apoyo de la afición como maravillosos, aunque esta derrota puso fin a su intento de conseguir un récord de 25 títulos de Grand Slam y de convertirse en el campeón más longevo en individuales masculinos.
Cuando se le preguntó sobre su futuro en el tenis, Djokovic expresó incertidumbre. Aunque desea seguir compitiendo, reconoció que planificar un año más allá es difícil en esta etapa de su carrera. “¿Quiero seguir jugando? Sí. ¿Podré jugar aquí dentro de 12 meses? No lo sé”, dijo, dejando a sus fans expectantes sobre el próximo capítulo de su legendaria trayectoria.
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