En un comunicado oficial, el equipo confirmó:
“Anoche, nuestro camión de mecánicos fue asaltado y varias bicicletas fueron robadas. Nuestro personal está trabajando duro para que todo esté listo para la próxima etapa. La policía ha abierto una investigación.”
Según La Gazzetta dello Sport, fueron sustraídas 18 bicicletas, valoradas en unos 250.000 € (292.000 $). Otros equipos alojados en el mismo hotel, como Movistar y Lidl-Trek, no se habrían visto afectados.
Los problemas de Visma aumentaron todavía más el lunes, con el anuncio de la retirada del francés Axel Zingle, quien sufrió dos luxaciones en el hombro tras una caída en el caótico final de la segunda etapa. Involucrado en un accidente colectivo junto a Vingegaard, cerca de la base de la última subida, Zingle logró terminar la etapa, pero los médicos determinaron después que no estaba en condiciones de continuar.
Lo que debía ser un día de celebración se convirtió en un enorme desafío logístico y emocional para Visma, que ahora debe equilibrar la defensa del liderato de Vingegaard con la reconstrucción de su estructura en medio de circunstancias complicadas.
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