El ciclista esloveno ofreció una auténtica clase magistral de escalada, sin mostrar señales de debilidad tras su caída del miércoles. En la primera llegada en alto de categoría especial de esta edición, Pogacar atacó en las duras pendientes del Hautacam y dejó atrás a todos sus rivales.
A pesar de que se esperaba un ataque agresivo por parte de Jonas Vingegaard y el equipo Visma-Lease a Bike, fue Pogacar quien tomó la iniciativa desde el inicio de la exigente ascensión de 13,5 kilómetros. Se escapó y fue ampliando su ventaja hasta cruzar la meta con dos minutos y diez segundos de diferencia sobre Vingegaard, su principal amenaza en la clasificación general.
Con esta victoria, Pogacar vuelve a vestir el maillot amarillo, superando a Ben Healy y aumentando su ventaja sobre Vingegaard a 3 minutos y 31 segundos. Esta etapa supuso una revancha simbólica, ya que fue precisamente en esta subida donde Vingegaard le había derrotado en 2022.
Tras la carrera, Pogacar expresó la carga emocional de la etapa, agradeciendo el apoyo de sus compañeros del UAE Emirates-XRG y dedicando su victoria a la memoria del ciclista italiano Samuele Privitera, quien falleció trágicamente en un accidente un día antes.
En otros puestos clave, Remco Evenepoel sufrió en las subidas pero logró conservar el tercer lugar en la general, seguido de cerca por Florian Lipowitz. El británico Oscar Onley sorprendió con un quinto puesto en la etapa, escalando al sexto lugar en la general. Por su parte, Ben Healy, afectado por las altas temperaturas pirenaicas, perdió más de 13 minutos y cayó al puesto 11.
Con más etapas montañosas y una contrarreloj crucial por delante, el Tour de Francia 2025 aún no está decidido. Sin embargo, la contundente victoria de Pogacar en Hautacam lo posiciona claramente como el rival a batir.
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