La selección femenina de Sudáfrica inició su campaña de forma tambaleante, sufriendo una dura derrota frente a Inglaterra después de ser eliminada con solo 69 carreras. Fue un inicio complicado, pero en lugar de rendirse, las jugadoras sudafricanas se reagruparon y regresaron más fuertes que nunca.
Bajo el liderazgo sereno de Laura Wolvaardt y la determinación de Marizanne Kapp, las Proteas protagonizaron una impresionante remontada, encadenando cinco triunfos consecutivos ante Nueva Zelanda, India, Bangladés, Sri Lanka y Pakistán para volver a la contienda.
Su actuación frente a Pakistán en Colombo fue especialmente dominante. A pesar de las interrupciones por lluvia, Sudáfrica anotó 312 carreras y se impuso por 150 carreras mediante el método DLS, demostrando su capacidad de adaptación y su dominio absoluto.
Sin embargo, el camino tuvo un nuevo obstáculo cuando enfrentaron a Australia en Indore. Las Proteas sufrieron ante un brillante desempeño de Alana King, quien logró 7 wickets por 18 carreras, dejando a Sudáfrica fuera del partido con apenas 97 carreras. A pesar de la derrota, el ánimo del equipo se mantuvo alto, viendo la caída como una lección y no como un límite.
Ahora, de cara a la semifinal contra Inglaterra, las Proteas Femeninas se presentan más fuertes y seguras. Su viaje —de un inicio caótico a una recuperación espectacular— refleja el verdadero espíritu de resiliencia y unidad.
La campaña de Sudáfrica en el Mundial ya es una historia de transformación, y con la mirada puesta en el trofeo, lo mejor aún podría estar por venir.
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