Bradley teme que “nunca supere” la derrota de Estados Unidos frente a Europa después de haber atravesado “uno de los momentos más difíciles” de su vida desde la derrota en Nueva York.
El jugador de 39 años capitaneó al equipo de EE. UU. en Bethpage en septiembre, supervisando una campaña decepcionante mientras Europa lograba la victoria por 15-13, convirtiéndose en el primer equipo en ganar fuera de casa desde 2012. El nombramiento de Bradley lo convirtió en el capitán más joven de cualquiera de los dos equipos desde Arnold Palmer en 1963.
Admitió haber tomado algunas decisiones cuestionables, y sus emparejamientos y la preparación del campo recibieron críticas tras la derrota.
“Desde Bethpage, este ha sido uno de los momentos más difíciles de mi vida. Cuando ganas, es gloria para toda la vida, pero yo no gané, y tendré que convivir con esto el resto de mi vida. No hay ninguna parte de mí que piense que alguna vez superaré esto. Este evento ha sido extremadamente duro para mí. Siempre me preguntaré y desearé”, dijo Bradley en su primera conferencia de prensa desde el evento.
A pesar de una dramática remontada en el último día, el equipo de EE. UU. enfrentó un déficit demasiado grande después de que Europa lograra una ventaja de 5½-2½ el primer día, extendida a 11½-4½ el segundo día —la mayor ventaja en la historia moderna de la Ryder Cup. Los anfitriones ganaron 8½ de los 12 partidos individuales, pero no fue suficiente.
Bradley había considerado inicialmente un rol de jugador-capitán, pero decidió no asumirlo, citando agotamiento físico para el segundo día de competencia.
“Simplemente no creí que pudiera hacer ambos trabajos”, explicó.
Bradley ha perdido ahora tres Ryder Cups como jugador y capitán, incluyendo Medinah 2012 y Gleneagles 2014, y sigue disponible para futuras ediciones, a pesar de la incertidumbre sobre otra capitanía. La próxima Ryder Cup se celebrará en Adare Manor, Irlanda, del 17 al 19 de septiembre de 2027.
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