Con una estatura de 1,93 metros y un peso de 87 kilos, Milan tuvo dificultades para mantenerse con el pelotón en el recorrido montañoso de 204,6 kilómetros por el centro de Francia, pero logró recuperarse y lanzarse con potencia en el esprint final. Esta victoria le otorgó una bonificación de 10 segundos, y gracias al criterio de desempate superó a Pogacar, quien aflojó el ritmo a propósito cerca de la meta.
El británico Fred Wright y el neerlandés Mathieu van der Poel completaron el podio en segundo y tercer lugar, respectivamente. Mientras tanto, los favoritos como Pogacar, Jonas Vingegaard y Remco Evenepoel finalizaron la jornada sin contratiempos dentro del grupo principal.
Pogacar, ganador de la primera etapa y líder tras el primer día, cedió el protagonismo a Milan para que asumiera el liderato y los deberes con la prensa. Milan agradeció a sus compañeros del equipo Lidl-Trek por ayudarlo a reincorporarse al grupo puntero después de haberse quedado rezagado, calificando la jornada como “muy dura”.
La etapa también tuvo un momento emotivo protagonizado por Romain Bardet, quien atacó en la última subida cerca del club de fans de su ciudad natal, en una de las últimas competencias de su carrera. Sin embargo, fue alcanzado a 10 km de la meta cuando el equipo de Milan impuso un ritmo feroz.
Bardet buscará revancha el martes en la tercera etapa, que comenzará en Brioude —su ciudad natal— y continuará hasta Charantonnay, en un recorrido exigente que sirve como preparación clave para el Tour de Francia.
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