Con solo 22 años, Thitikul brilló en el recorrido Fields Ranch East en Frisco, Texas, gracias a seis birdies que le permitieron sobreponerse a un doble bogey en el hoyo 4, par 4. A pesar del tropiezo, mostró madurez y serenidad para cerrar su vuelta en lo más alto del tablero, con una ventaja de un golpe sobre su perseguidora más cercana.
Con 18 victorias profesionales, incluidas cinco en el circuito de la LPGA, Thitikul se apoyó en la paciencia para afrontar las difíciles condiciones climáticas del inicio del día. “En todos los majors trato de mantenerme paciente”, declaró. “Sé que los errores son parte del juego, así que intento que no me afecten. Solo me concentro en el siguiente golpe.” Su capacidad para reponerse rápidamente del doble bogey marcó el ritmo de una sólida segunda mitad de recorrido.
La australiana Minjee Lee quedó a un golpe de distancia con una tarjeta de 69 (-3), en una ronda que incluyó siete birdies y cuatro bogeys. Señaló que las temperaturas extremas, que rozaron los 35 °C, fueron tan desafiantes como el campo mismo. “No creo que haya suficiente agua para lo que vivimos allá fuera”, bromeó. Tres jugadoras más —la japonesa Rio Takeda, la surcoreana Lee So-mi y la estadounidense Yealimi Noh— se encuentran igualadas un golpe más atrás con -2.
La número uno del mundo, Nelly Korda, no logró encontrar su ritmo en el calor y finalizó con par (72), a cuatro golpes de la líder. Admitió que el clima texano la agotó física y mentalmente, describiendo la jornada como “difícil de sobrellevar”. Su compañera Auston Kim, que entregó una tarjeta de 71 (-1), coincidió en que el calor fue el principal obstáculo: “Es difícil concentrarse cuando hace tanto calor”, comentó. “Hubo momentos en los que pensé que iba a desfallecer, pero logré aguantar.” A medida que avanza el campeonato, la resistencia será tan crucial como la precisión.
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