A pesar de los retrasos causados por la intensa lluvia, una multitud determinada se reunió en el Durban Country Club para presenciar un momento histórico. Ni el campo empapado ni la reducción del torneo a 54 hoyos lograron restarle importancia al acontecimiento. Todos estaban allí para ver cómo Dylan Naidoo entraba en la historia del golf sudafricano al convertirse en el primer jugador de color en levantar el trofeo de este prestigioso torneo.
Con Naidoo y el inglés Laurie Canter empatados con 14 golpes bajo par después de tres rondas, las lluvias torrenciales obligaron a cancelar la ronda final. Los organizadores decidieron entonces que el campeón se definiría en un desempate en el hoyo 18, un par cuatro.
Bajo una enorme presión, Naidoo respondió en el momento clave, asegurando la victoria con un birdie decisivo en el primer hoyo del desempate. Su triunfo en el Durban Country Club tuvo un significado aún mayor, ya que fue el mismo lugar donde Sewsunker "Papwa" Sewgolum rompió barreras raciales al ganar el Natal Open en 1963.
Con esta victoria, Naidoo obtuvo una tarjeta para el DP World Tour y una de las tres codiciadas plazas para el The Open, que se disputará en Royal Portrush en julio. Su padre, que había viajado para ver la ronda final, inicialmente se dirigió al aeropuerto cuando se suspendió el juego, pero regresó a tiempo para presenciar el histórico desempate. Conmovido por el momento, Naidoo describió su victoria como "un sueño hecho realidad" y expresó su entusiasmo por competir en el escenario mundial.
El torneo también ofreció grandes oportunidades para otros jugadores. El sudafricano Darren Fichardt y el inglés Marco Penge consiguieron su clasificación para The Open a través del proceso de clasificación del evento. Mientras tanto, Christiaan Maas finalizó como el mejor amateur y ganó la Copa Freddie Tait por segunda vez. Sin embargo, el día le perteneció a Naidoo, cuya perseverancia y sangre fría bajo presión aseguraron su lugar en la historia del golf sudafricano.
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