El jueves, Hamilton reconoció que el tiempo se agota para que Ferrari enderece el rumbo en esta temporada, aunque sigue confiando en elevar su nivel en el próximo Gran Premio de Mónaco. Desde que dejó Mercedes —donde ganó seis de sus siete títulos mundiales— ha estado bajo presión constante, y tras siete carreras aún no ha logrado subir al podio con su nueva escudería.
A pesar de ello, su sólido cuarto puesto en el Gran Premio de Emilia Romaña, donde superó por primera vez a su compañero Charles Leclerc, le dio un impulso anímico importante de cara a Mónaco.
Hamilton también es consciente de que Ferrari podría dejar de desarrollar el coche de este año pronto, para concentrarse en los nuevos reglamentos de unidades de potencia que entrarán en vigor en 2026. Definió esta temporada como un “año de base”, subrayando su papel en ayudar al equipo a realizar los cambios necesarios para triunfos futuros.
Aunque reconoció que el coche necesita ser más rápido, expresó su confianza en que es posible mejorar y espera que las actualizaciones ayuden a reforzar su rendimiento en la clasificación de Mónaco. Por su parte, Leclerc —que ganó en Mónaco el año pasado ante su público— adoptó un enfoque más cauto. Admitió que Ferrari tiene dificultades en curvas lentas, una característica clave del trazado monegasco, lo que plantea un reto serio para este fin de semana.
Aun así, Leclerc mantiene la esperanza de que la naturaleza única del circuito pueda deparar sorpresas y que la clasificación revele un nuevo potencial en el coche. Con su profundo conocimiento de las calles de Mónaco, sigue soñando con repetir la victoria del año pasado a pesar de las adversidades actuales.
ADD A COMMENT :