El tradicional GP de Mónaco volvió a generar debate en el mundo de la Fórmula 1 sobre cómo convertir una de las pruebas más glamorosas del calendario en una competencia más emocionante. A pesar del habitual espectáculo de yates de lujo, gradas llenas y el soleado paisaje de Montecarlo, la carrera del domingo no registró ni un solo adelantamiento en pista durante las 78 vueltas.
Las estrechas y sinuosas calles de Mónaco, que han cambiado muy poco desde 1929, resultan insuficientes para los autos modernos de F1, que son más grandes y pesados que antes. Este año se introdujo una segunda parada obligatoria para añadir estrategia a la carrera, pero no mejoró la acción en pista.
Ante esta situación, varias figuras del deporte han propuesto ideas para revitalizar el evento. George Russell, piloto de Mercedes, sugirió dividir la clasificación en dos sesiones y otorgar puntos en cada una, transformando el fin de semana en una competición basada en puntos en lugar de una carrera tradicional. Reconoció que, aunque la mayoría de los aficionados acuden por la competición, muchos asistentes a Mónaco están más interesados en el ambiente lujoso.
Christian Horner, jefe de Red Bull, también apoyó la necesidad de evolución, recordando cómo Mónaco ha ganado terreno con rellenos y sugiriendo que modificaciones leves en el circuito podrían finalmente permitir adelantamientos sin perder el carácter del lugar. Otros, como Toto Wolff, director de Mercedes, creen que la solución podría estar en ajustar las normas de carrera en vez de modificar el trazado. Wolff propuso explorar reglas como un tiempo máximo por vuelta para evitar que los pilotos disminuyan excesivamente la velocidad, lo que preservaría el espectáculo mejorando la competencia dominical.
El consenso es claro: aunque el prestigio de Mónaco es insuperable, la calidad de la carrera podría requerir innovación para seguir siendo relevante.
ADD A COMMENT :