A pesar de asegurar una victoria convincente por 2-0 sobre los Flying Antelopes en el campo de la Southern Delta University en Ozoro, las celebraciones se tornaron caóticas cuando algunos aficionados invadieron el terreno de juego, infringiendo directamente el código de conducta de la NPFL.
Como consecuencia, la NPFL ha acusado formalmente a Warri Wolves de violar las normas de la liga. El club no garantizó una seguridad adecuada y eficaz durante el partido en casa, lo que también provocó un retraso en el inicio programado a las 16:00 horas.
Warri Wolves ha sido multado con ₦1 millón por no cumplir con los estándares de seguridad requeridos. Además, el club debe implementar un plan de seguridad integral para los días de partido y enviar los detalles al consejo de la NPFL dentro de los siete días hábiles posteriores a la notificación.
El club dispone de 48 horas desde la fecha de la notificación para presentar un recurso si desea impugnar la decisión.
Este incidente sirve como advertencia temprana para Warri Wolves, que ahora deberá equilibrar sus ambiciones en el campo con la responsabilidad de cumplir las normas de la liga y mantener la disciplina de sus aficionados.
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