Uzbekistán alcanzó este logro histórico luego de vencer 3-0 a Catar, en un partido celebrado en un ambiente festivo en Taskent. La ceremonia de celebración contó con la presencia del presidente Shavkat Mirziyoyev, quien rindió homenaje personalmente a los jugadores y al cuerpo técnico en el campo, reconociendo su destacada hazaña deportiva.
Como muestra de gratitud, el presidente les entregó vehículos eléctricos fabricados por BYD y les otorgó el título honorífico de “Orgullo de Uzbekistán”, una distinción nacional reservada para quienes traen alegría y prestigio al país.
Este reconocimiento llega tras años de esfuerzo constante y múltiples decepciones. Desde su independencia en 1991, Uzbekistán ha perseguido el sueño mundialista sin éxito en siete ocasiones, con eliminaciones dolorosas como en las clasificatorias para los torneos de 2006 y 2014.
La reciente expansión del Mundial a 48 equipos abrió nuevas posibilidades, y Uzbekistán las aprovechó al finalizar segundo en su grupo clasificatorio, por detrás de Irán. Entre los jugadores más destacados se encuentra el defensor Abdukodir Khusanov, quien se unió al Manchester City este año y fue reconocido especialmente durante la ceremonia.
La federación uzbeka de fútbol ha invertido considerablemente en el desarrollo de talentos con la meta de alcanzar el escenario mundial. El entrenador Timur Kapadze elogió el compromiso de sus jugadores y afirmó que esta clasificación es el resultado de años de trabajo y sacrificio.
Kapadze subrayó que este logro no es solo una victoria deportiva, sino un símbolo de unidad y orgullo nacional. “Nuestros jugadores lo dieron todo en cada partido”, afirmó el técnico, destacando la determinación y la resiliencia del equipo en su camino hacia el torneo más prestigioso del fútbol mundial.
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