Tras una contundente goleada de 5-0 ante Trinidad y Tobago en su debut, el equipo estadounidense enfrentó un reto mayor frente a un conjunto saudí ordenado y resistente en defensa. Richards se convirtió en el héroe del partido al marcar el único gol al minuto 63, luego de una excelente ejecución de tiro libre de Sebastian Berhalter que el defensor conectó con una media volea certera dentro del área.
La primera mitad fue mayormente trabada, con Arabia Saudita replegada en su campo e interrumpiendo el flujo ofensivo de los locales. En la segunda parte, Estados Unidos salió con mayor determinación y creó más oportunidades, lo que finalmente se tradujo en el tanto decisivo de Richards, quien ya había estado cerca de anotar minutos antes con un remate de cabeza.
El encuentro tuvo momentos tensos hacia el final, cuando el suplente Tyler Adams fue derribado, generando un altercado entre jugadores de ambas selecciones. Los entrenadores Herve Renard y Mauricio Pochettino ingresaron al campo para calmar los ánimos. A pesar del incidente, los estadounidenses mantuvieron la compostura y cerraron el partido con orden, dejando atrás una racha previa de cuatro derrotas consecutivas antes del torneo.
Al final del partido, Richards destacó la intensidad del duelo: “Fue un partido duro contra un rival complicado, pero conseguimos el resultado. A veces hay que ponerse físicos y luchar cada balón.” Con seis puntos en dos partidos, Estados Unidos lidera el Grupo D y enfrentará a Haití el domingo. Arabia Saudita, con tres puntos, se mantiene en carrera por un lugar en la siguiente fase, por delante de Haití y Trinidad y Tobago, ambos con un punto.
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