El PSG llega al torneo tras ganar la Ligue 1, la Copa de Francia y, por primera vez en su historia, la Liga de Campeones de la UEFA. La contundente victoria por 5-0 sobre el Inter de Milán en la final no solo significó su primer título europeo, sino que también estableció un récord por la mayor diferencia de goles en una final de Champions. Bajo la dirección de Luis Enrique, quien consiguió su segundo triplete como entrenador, el club ha demostrado una combinación letal de táctica, talento y profundidad de plantilla que lo posiciona como un serio candidato al título mundial.
En el Mundial de Clubes, el PSG integrará el Grupo B junto al Atlético de Madrid, Botafogo y el Seattle Sounders FC. Sus partidos de la fase de grupos serán el 15 de junio frente al Atlético de Madrid y el 19 contra Botafogo, ambos en el Rose Bowl de Los Ángeles, y el 23 de junio ante el Seattle Sounders en el Lumen Field de Seattle. Este torneo reunirá a 32 equipos en 12 sedes de Estados Unidos, ofreciendo al PSG una plataforma para demostrar su dominio más allá del continente europeo.
El éxito del equipo parisino se ha cimentado en una mezcla de jugadores experimentados y jóvenes talentos. Entre los más destacados se encuentran Ousmane Dembélé, máximo goleador del equipo esta temporada, y Khvicha Kvaratskhelia, quien dejó una gran impresión desde su llegada en enero. El joven prodigio Warren Zaïre-Emery también fue clave, convirtiéndose en el jugador más joven en alcanzar 100 partidos con el PSG y liderando al equipo como capitán el día que cumplió 19 años. Esta versatilidad ha sido esencial para los logros recientes del club.
El Mundial de Clubes 2025 representa mucho más que una competencia para el París Saint-Germain: es una oportunidad de consolidarse como líder global. Con 100 millones de libras en premios y la posibilidad de portar un escudo especial de campeón durante cuatro años, el torneo simboliza una nueva etapa en la evolución del PSG y su ambición de dejar huella en la historia del fútbol internacional.
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