Desde el pitazo inicial, los anfitriones dominaron el partido, mostrando control del balón y una clara intención ofensiva durante los 90 minutos.
El primer gol llegó en la primera mitad, cuando Sofiane Brahim remató con precisión, poniendo a Marruecos en ventaja y marcando el ritmo del encuentro. El tanto dio energía al equipo, que continuó presionando y generando oportunidades, manteniendo la solidez defensiva.
Comoras tuvo dificultades para reaccionar, con sus escasas oportunidades siendo neutralizadas por la defensa organizada y el mediocampo disciplinado de Marruecos. A pesar de algunos momentos de presión, no lograron amenazar al portero local ni romper la defensa rival.
Marruecos amplió su ventaja en la segunda mitad con Zakaria El Kaabi, quien aprovechó una jugada bien construida para marcar el segundo gol, asegurando la victoria y permitiendo al equipo controlar los últimos minutos con comodidad.
El triunfo por 2-0 proporciona a Marruecos una base sólida para avanzar en la fase de grupos. El equipo mostró cohesión, eficacia en el ataque y claridad táctica, enviando un mensaje claro a sus rivales de la CAN.
Ahora, Marruecos se prepara para su próximo partido de grupo, con la intención de mantener este buen comienzo y fortalecer sus posibilidades de conquistar el título del torneo.
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