El Aston Villa amplió su impresionante racha de triunfos a 10 partidos en todas las competiciones con una actuación convincente frente al Manchester United en Villa Park, impulsado por un Morgan Rogers en gran forma. Este registro representa la mejor serie del club en la máxima categoría desde 1914.
Rogers abrió el marcador justo antes del descanso con un disparo colocado al ángulo, dando ventaja al equipo de Unai Emery pese a no mostrar su versión más fluida. El United logró igualar momentáneamente cuando Matheus Cunha aprovechó un error defensivo de Matty Cash, pero Rogers volvió a aparecer, superando al defensor Leny Yoro antes de repetir la definición del primer tanto para establecer el 2-1. Fue su sexto gol de liga en la misma cantidad de partidos.
La alegría de Emery fue evidente, celebrando de forma efusiva en la banda, en lo que supuso apenas la segunda victoria liguera en casa del Aston Villa ante el Manchester United en 27 enfrentamientos. El triunfo además dejó a los Villans a solo tres puntos del líder Arsenal.
La tarde fue complicada para el Manchester United, lastrado por los problemas físicos. El técnico Ruben Amorim perdió a Bruno Fernandes al descanso por una lesión en el tendón de la corva, sumándose a una lista ya larga de ausencias por lesiones, sanciones y la Copa Africana de Naciones. Kobbie Mainoo tampoco pudo participar tras retirarse antes del inicio por molestias en la pantorrilla.
La salida de Fernandes en un momento clave obligó al United a dar minutos a jóvenes como Jack Fletcher y Shea Lacey, que debutaron en la segunda parte. Cunha tuvo la mejor ocasión para empatar, pero falló desde corta distancia. La esperada ausencia prolongada de Fernandes podría agravar aún más los problemas del equipo en un calendario especialmente exigente.
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