Mientras el Real Madrid se prepara para un crucial duelo de Champions contra el Arsenal, Kylian Mbappé libra una batalla diferente —esta vez contra su antiguo club, el Paris Saint-Germain, y su propiedad catarí. El centro del conflicto es un pago de 55 millones de euros que Mbappé asegura que el PSG aún le debe tras la expiración de su contrato.
Aunque Mbappé lidera al Real Madrid en el campo, su equipo legal se moviliza tras bambalinas para una posible demanda que podría llevar a la UEFA a sancionar al PSG, incluso excluyéndolo de futuras ediciones de la Champions League.
Mbappé llegó al PSG procedente del Mónaco en 2017 por 200 millones de euros, convirtiéndose en el rostro principal del proyecto catarí. En 2022 renovó su contrato con el club parisino, pero decidió no extenderlo más allá de 2024, facilitando así su traspaso gratuito al Real Madrid.
El PSG sostiene que hubo un acuerdo verbal para que Mbappé renunciara al monto restante, pero el jugador afirma que cumplió con todas las obligaciones contractuales y está decidido a cobrar lo que considera suyo. Sus abogados ya han contactado a la UEFA y podrían solicitar el congelamiento de los activos del PSG si no se resuelve el conflicto.
Esta disputa ha adquirido un simbolismo más amplio sobre la propiedad y gestión del PSG. Para Mbappé, no se trata únicamente de dinero, sino de principios: una defensa de los derechos de los jugadores y de la integridad contractual.
Su postura pública también amenaza con perjudicar la imagen del club francés, ya que la normativa de la UEFA exige que los clubes estén al día con los pagos a jugadores y personal para poder competir en torneos europeos. El caso podría abrir la puerta a un mayor escrutinio sobre la forma en que el PSG, y sus inversores cataríes, manejan sus asuntos internos.
Desde la perspectiva del PSG, la marcha de Mbappé supuso un duro golpe tanto económico como simbólico. Su elección de irse al Real Madrid —el club de sus sueños de infancia— fue percibida como una traición por muchos aficionados, especialmente después de su sonada renovación en 2022.
Irónicamente, el PSG parece estar más cerca que nunca de alcanzar la gloria europea sin su exestrella. Sin embargo, el conflicto financiero con Mbappé proyecta una sombra sobre ese éxito, y su desafío podría cambiar la manera en que los grandes clubes gestionan a sus figuras y sus compromisos económicos.
ADD A COMMENT :