En un partido lleno de intensidad y emociones, el conjunto italiano ofreció una actuación memorable, superando a uno de los gigantes del fútbol europeo. Tras el empate 3-3 en la ida en Montjuïc, el duelo de vuelta se convirtió en un verdadero espectáculo, repleto de giros, momentos dramáticos y un ambiente eléctrico que reafirmó el prestigio del torneo.
Lautaro Martínez lideró al Inter con un gol y provocando un penalti, mientras que Denzel Dumfries anotó dos veces. Francesco Acerbi empató el encuentro en el minuto 93 con su primer gol en la Liga de Campeones. El tanto definitivo llegó en la prórroga de la mano de Davide Frattesi, quien confesó casi desmayarse por la emoción de la celebración. El portero Yann Sommer también fue clave, con 14 atajadas fundamentales, incluida una salvada espectacular frente a Lamine Yamal en los instantes finales.
La prensa italiana celebró la hazaña como una leyenda instantánea. La Gazzetta dello Sport calificó el partido como histórico, asegurando que será recordado incluso dentro de cuatro décadas. El gol de Raphinha en el minuto 88 parecía sentenciar la clasificación para el Barça, pero el Inter demostró una notable capacidad de reacción para revertir el resultado.
Lautaro, con nueve goles en igual número de partidos en esta edición del torneo, se mostró conmovido tras el pitido final, recordando una lesión reciente que casi lo deja fuera. Habló del hambre del equipo por hacer historia y conquistar el título, algo que no logra desde 2010. Sommer y Dumfries también elogiaron el carácter del grupo, que superó lesiones y adversidades. Ahora, el Inter sueña con su cuarta Copa de Europa y con cerrar esta épica campaña con gloria.
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