Las sanciones prohíben a los cuatro jugadores participar en cualquier actividad relacionada con el fútbol durante un período determinado. Kearyn Baccus y el exinternacional de Nueva Zelanda Clayton Lewis recibieron cada uno 10.000 AUD por recibir tarjetas de manera intencional durante el partido entre Macarthur FC y Sydney FC en diciembre de 2023. Posteriormente, ambos fueron puestos bajo órdenes de liberación condicional de dos años y ahora tienen prohibido cualquier involucramiento en el fútbol durante cinco años, a partir de mayo de 2024.
Como parte de una medida de mitigación, Baccus y Lewis aceptaron completar 200 horas de servicio comunitario no remunerado relacionado con el fútbol, lo que reduce su sanción en 12 meses. Ambos aceptaron las sanciones sin apelar.
Mientras tanto, el excentrocampista del Western United, Riku Danzaki, y su amigo japonés Yuta Hirayama recibieron suspensiones de siete años, vigentes a partir de junio de 2025. Danzaki admitió haber recibido tarjetas amarillas intencionalmente en varios partidos durante abril y mayo, beneficiándose de apuestas realizadas por Hirayama, un futbolista amateur.
La decisión de Football Australia subraya su política de tolerancia cero ante la manipulación de partidos y la importancia de mantener la integridad en el deporte. Las sanciones sirven como advertencia a otros jugadores sobre las consecuencias de participar en apuestas ilegales y amaño de partidos.
Los cuatro jugadores confirmaron que no apelarán las decisiones, aceptando plenamente las medidas disciplinarias. El caso evidencia los esfuerzos continuos de las autoridades del fútbol australiano para preservar la equidad y la credibilidad en la A-League.
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