Hasta hace poco, Doué era un nombre poco conocido en el fútbol internacional. Sin embargo, el joven atacante ha ganado protagonismo con actuaciones destacadas: un penal clave que eliminó al Liverpool, un espectacular gol del empate frente al Aston Villa y el tanto que aseguró el título contra el Angers. Su meteórico ascenso lo llevó a debutar con la selección francesa y a superar en ventas de camisetas a estrellas como Ousmane Dembélé y Khvicha Kvaratskhelia.
Su camino al estrellato comenzó en Rennes, donde el club rompió su política habitual para ficharlo a los cinco años. El verano pasado, llegó al PSG por 50 millones de euros. Al principio, le costó tener minutos y comenzó varios partidos desde el banquillo. Su gran oportunidad llegó con un gol contra el Salzburg en la Champions League, lo que marcó un antes y un después en su rendimiento y lo consolidó como titular, incluso tras la llegada de refuerzos ofensivos como Kvaratskhelia.
En lo que va de 2025, Doué acumula diez goles y diez asistencias, siendo el tercer jugador con más contribuciones directas a gol en el equipo, solo por detrás de Dembélé y Barcola. Lidera las cinco grandes ligas europeas en ocasiones creadas en jugadas abiertas por cada 90 minutos y es segundo en regates exitosos en la Ligue 1. Su versatilidad lo hace indispensable para Luis Enrique, quien lo ha utilizado en distintas posiciones ofensivas e incluso en el mediocampo.
Con una estatura de 1,80 metros, Doué destaca por su bajo centro de gravedad, rapidez de pies y creatividad, lo que lo convierte en una pesadilla para los defensas. A menudo lo comparan con Neymar —su ídolo—, pero además añade una fuerte presencia defensiva, siendo uno de los atacantes con más recuperaciones y entradas exitosas. Su nombre, que en francés significa “talentoso”, parece haber predicho su destino, y si sigue en esta línea, podría ser el jugador que finalmente lleve al PSG a su tan esperado triunfo europeo.
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