Desde que asumió el cargo en noviembre, reemplazando a Erik ten Hag cuando el equipo ocupaba el puesto 13 en la Premier League, el United ha descendido aún más, situándose en la 14ª posición. Amorim reconoce que tanto la campaña actual como el futuro inmediato del club dependen de ganar el torneo europeo.
A pesar del empeoramiento en los resultados, Amorim no ha sido duramente criticado, en gran parte debido a los enormes desafíos que heredó. Con el club camino a registrar su puntuación más baja en la era Premier League, conquistar la Europa League se presenta como el camino vital hacia la redención y el regreso a la Liga de Campeones.
Ese regreso podría revitalizar al Manchester United tanto en el aspecto financiero como competitivo, facilitando la llegada de grandes fichajes y permitiendo una reconstrucción más sólida. Sin embargo, el choque de semifinales contra el Athletic Bilbao, que sueña con alcanzar la final en su estadio de San Mamés, será una prueba exigente.
El equipo vasco atraviesa un gran momento en LaLiga y estará altamente motivado, pero el United llega fortalecido tras su épica remontada contra el Lyon en cuartos de final, donde marcó tres goles en siete minutos. El ganador del duelo se enfrentará en la final a Tottenham o al Bodo/Glimt noruego.
Aunque el equipo de Amorim ha tenido problemas en la liga inglesa, se mantiene invicto en competiciones europeas esta temporada. Sin embargo, la inconsistencia sigue afectándolos, con recientes tropiezos ante Wolves y Bournemouth debilitando aún más sus aspiraciones domésticas. Amorim subrayó que ganar la Europa League podría cambiar radicalmente el panorama del club, especialmente en cuanto al presupuesto para fichajes y el ánimo de cara a la próxima temporada. Con Rasmus Hojlund rompiendo su sequía goleadora y Bruno Fernandes liderando al equipo, el United confía en encontrar su mejor forma justo a tiempo para salvar su temporada.
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