Scott “Biscotto” Riccardi, competidor de Super Smash Bros. Ultimate, ha llamado la atención más allá del mundo de los videojuegos. En una sorprendente hazaña que mezcla conocimientos y gaming, Biscotto ha ganado $262,101 dólares durante una racha de 10 días consecutivos en el famoso programa de concursos Jeopardy, convirtiéndose en uno de los pocos participantes (solo 18 en toda la historia del show) en alcanzar tal cifra — superando incluso las ganancias de muchos de los profesionales más exitosos de Smash.
Aunque no es considerado una superestrella del competitivo de Smash, Biscotto ha sido un jugador constante en la escena online. Sin embargo, su reciente paso por Jeopardy ha resultado ser mucho más rentable que años de torneos. En solo diez días, ya ha ganado más dinero que Leonardo "MkLeo" Pérez, considerado uno de los mejores jugadores de Smash Ultimate, quien ha recaudado alrededor de $168,669 dólares en premios desde 2018. El segundo mejor pagado, Gavin "Tweek" Dempsey, ha ganado unos $110,756 dólares.
La historia se repite en Super Smash Bros. Melee, un juego con una comunidad aún más longeva desde su lanzamiento en 2001. Biscotto ya ha superado los $215,625 dólares acumulados por William "Leffen" Hjelte. Actualmente, solo cuatro jugadores de Melee tienen mayores ganancias: Mew2King, Armada, Mang0 y Hungrybox, siendo este último el número uno con $453,715 dólares.
Estas cifras, obtenidas de fuentes públicas como Esports Earnings, pueden no incluir otros ingresos como patrocinios o eventos privados, pero reflejan una realidad clara: el ecosistema de Smash no es financieramente rentable, incluso para sus mejores talentos.
A diferencia de otros esports como League of Legends, VALORANT o Counter-Strike 2, donde los jugadores pueden vivir exclusivamente de salarios y premios, muchos profesionales de Smash enfrentan dificultades económicas. Algunos no pueden costear viajes o inscripciones, y las bolsas de premios suelen ser pequeñas. Incluso figuras como Juan “Hungrybox” DeBiedma han tenido que mantener trabajos fuera del gaming para mantenerse.
Esta disparidad se debe, en gran parte, a la falta de apoyo por parte de Nintendo, así como a una escena que sobrevive más por la pasión de su comunidad que por inversión empresarial. Muchos organizadores autofinancian los torneos o recurren al crowdfunding para ofrecer premios mínimos.
El éxito de Biscotto en Jeopardy evidencia esta desigualdad. Mientras su conocimiento general le ha otorgado premios que cambian vidas en menos de dos semanas, muchos de los mejores jugadores de Smash han pasado años compitiendo sin grandes recompensas. En Smash, se compite por el legado, no por el dinero — y eso es precisamente lo que hace que esta comunidad sea tan especial.
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