Invicto, Collazo amplió su récord perfecto y defendió sus títulos mundiales en circunstancias inusuales, cuando el equipo de Vayson decidió poner fin al combate a mitad del séptimo round en Indio, California.
El duelo había sido competitivo, con Vayson mostrando resistencia pese a la presión del campeón puertorriqueño. Sin embargo, para sorpresa del público y del propio boxeador, su asistente técnico subió de repente al borde del ring y le indicó al árbitro detener la pelea.
Un Vayson visiblemente confundido regresó a su esquina entre silbidos y abucheos de los aficionados. Con 27 años, reconoció después que no estaba de acuerdo con la decisión, aunque la aceptó por respeto al criterio de su equipo. “Mi esquina pensó que estaba cediendo. Yo quería seguir peleando, pero respeto su decisión por mi seguridad”, comentó.
Collazo había comenzado con fuerza, derribando a su retador en el primer asalto. Vayson respondió bien en el cuarto, conectando sólidos golpes al cuerpo, pero a medida que avanzaban los rounds, la precisión y la presión de Collazo lo colocaron con una ventaja cómoda. Al momento de la detención, el campeón estaba arriba en las tres tarjetas de los jueces. La victoria elevó el récord profesional del puertorriqueño de 28 años a 13-0.
En la pelea coestelar, la estadounidense Gabriela Fundora defendió con éxito su corona indiscutida de peso mosca frente a la canadiense Alexas Kubicki. Fundora lanzó combinaciones incesantes y obligó al árbitro a intervenir en el séptimo asalto, ampliando su récord perfecto a 17 triunfos.
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