Este sábado, Wardley enfrentará al invicto australiano Justis Huni en el estadio Portman Road, hogar de su querido Ipswich Town FC, cumpliendo así un sueño de la infancia. Mientras se concentra en esta pelea que podría definir su carrera, también debe lidiar con otra cuenta regresiva: su pareja debe dar a luz apenas una semana después del combate.
En una entrevista con BBC Sport, Wardley expresó una mezcla de emoción y nervios al asumir sus dos próximos roles como boxeador y futuro padre. Entre los entrenamientos intensos y las citas con la partera, bromeó sobre lo impredecible que puede ser la paternidad, admitiendo que cambiar pañales podría ser más desafiante que enfrentar a cualquier oponente en el ring. Mientras que el boxeo le brinda familiaridad y control, el reto de criar a un hijo es una nueva aventura que espera enfrentar con la misma determinación y resistencia que lo llevaron desde sus inicios tardíos a los 19 años hasta la contienda por un título nacional.
La historia de Wardley es un ejemplo de perseverancia. Desde un trabajo en reclutamiento hasta estar al borde de una pelea por el título mundial, su trayectoria está marcada por la determinación y el deseo de crecer. Una victoria contra Huni podría lanzarlo a la escena mundial en 2026, y él ya muestra estar listo: "Nunca sabes cuándo puede llegar la llamada", afirmó, asegurando que estará preparado tanto en el ring como en casa.
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