Canelo Álvarez, de 34 años, con un récord de 62 victorias, 2 derrotas y 2 empates, además de 39 nocauts, entra en la pelea con confianza, ya que tradicionalmente ha competido durante el fin de semana del Cinco de Mayo.
Esta pelea marca un momento importante en su carrera, ya que busca añadir el título de Scull a su colección, mientras pelea fuera de América del Norte por primera vez en casi dos décadas.
Su última pelea fue en septiembre, cuando ganó por decisión unánime a Edgar Berlanga en Las Vegas. Sin embargo, Álvarez fue despojado de su título de la IBF antes de esa pelea, después de decidir enfrentar a Berlanga en lugar de a Scull, el retador obligatorio de la IBF.
Con esta pelea en Riyadh, Álvarez intentará consolidar aún más su legado al capturar otro título ante una audiencia internacional, continuando su búsqueda de desafíos aún mayores más adelante en el año.
En febrero, Álvarez firmó un lucrativo contrato de cuatro peleas con la promoción Riyadh Seasons de Arabia Saudita, uniéndose a una lista creciente de estrellas del boxeo que se sienten atraídas por grandes pagos en el reino.
A pesar de las altas apuestas, la pelea ha pasado desapercibida para muchos aficionados casuales, quienes la ven como una preparación para una posible super pelea entre Álvarez y Terence Crawford, que según informes está en las etapas finales de negociación. Para Scull, una victoria echaría por tierra todos esos planes, ya que muchos expertos e insiders lo consideran un gran desvalido para la pelea.
Scull, un cubano invicto de 32 años, sigue tranquilo ante los desafíos por venir, incluido el horario temprano en Riyadh, que se ha establecido para coincidir con las celebraciones del Cinco de Mayo en América del Norte. "Esta es una pelea y estoy listo para hacerla en cualquier momento", declaró Scull con confianza.
Mientras tanto, en el card preliminar, el supermediano francés Bruno Surace busca demostrar que su victoria sobre Jaime Munguia en su revancha de diciembre no fue un golpe de suerte. La pelea forma parte de la creciente inversión de Arabia Saudita en el deporte global, una estrategia que ha atraído tanto elogios como críticas, especialmente en relación con el historial de derechos humanos del reino.
ADD A COMMENT :