La lesión ocurrió en el primer cuarto del séptimo juego de las Finales de la NBA frente al Oklahoma City Thunder, un partido que los Pacers terminaron perdiendo 103–91, y que marcó el final de su intento por conquistar el primer campeonato de su historia.
El jugador de 25 años se desplomó sin contacto mientras intentaba una penetración hacia la canasta y tuvo que ser ayudado a salir de la cancha visiblemente adolorido.
En declaraciones a WISH-TV, el presidente de los Pacers, Kevin Pritchard, confirmó la gravedad de la lesión y el largo período de recuperación:
“La cirugía fue un éxito,” dijo Pritchard. “Pero no jugará la próxima temporada. No vamos a correr riesgos. Así que no se hagan ilusiones sobre su regreso.”
Seleccionado dos veces al All-Star Game, Haliburton fue una pieza clave en el avance de Indiana hacia las Finales. Durante la temporada regular 2024–25, promedió 18.6 puntos, 9.2 asistencias, 3.5 rebotes y 1.4 robos en 73 partidos. En las Finales, y a pesar de una distensión en la pantorrilla sufrida en el Juego 5, aportó 14 puntos, 5.9 asistencias y 4.6 rebotes por encuentro.
La lesión de Haliburton es parte de una preocupante serie de lesiones ocurridas durante los playoffs, en los que otras estrellas como Jayson Tatum (Boston Celtics) y Damian Lillard (Milwaukee Bucks) también sufrieron problemas similares. Las rupturas del tendón de Aquiles son de las más temidas en el deporte; Kevin Durant, por ejemplo, estuvo fuera toda una temporada tras sufrir una lesión similar en las Finales de 2019.
La ausencia de Haliburton representa un golpe importante para las aspiraciones de los Pacers la próxima campaña, pero el equipo se muestra optimista de que logrará una recuperación completa. Como una de las jóvenes estrellas emergentes de la liga y pieza clave en el resurgimiento del equipo, su salud a largo plazo es la máxima prioridad para la franquicia.
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