Haliburton, de 25 años, se lesionó sin contacto durante el primer cuarto del Juego 7 de las Finales de la NBA frente al Oklahoma City Thunder. Cayó al suelo con evidente dolor y tuvo que abandonar la cancha asistido por el personal médico. Los Pacers terminaron perdiendo el partido 103-91, poniendo fin a su histórica campaña en busca del primer título de la franquicia con un sabor amargo.
El base se someterá a cirugía en los próximos días, y los médicos estiman un periodo de recuperación de entre ocho y diez meses. Su ausencia supone un duro golpe tanto para los Pacers como para la NBA, ya que se convierte en el tercer jugador estrella en romperse el tendón de Aquiles durante los playoffs, uniéndose a Jayson Tatum (Boston) y Damian Lillard (Milwaukee). La magnitud de la lesión recuerda al caso de Kevin Durant en 2019, quien también estuvo fuera toda una temporada.
Pese a sufrir una distensión en la pantorrilla en partidos anteriores, Haliburton continuó jugando en las Finales y tuvo actuaciones destacadas, anotando canastas decisivas en varios encuentros. Tras confirmarse la operación, el jugador compartió un mensaje emotivo en redes sociales: “No tengo palabras para describir la tristeza de esta decepción. He trabajado toda mi vida para llegar hasta aquí, ¿y así termina todo?”
El entrenador de los Pacers, Rick Carlisle, elogió la determinación y el liderazgo de Haliburton, asegurando que confía plenamente en su regreso: “Cuando vimos lo que pasó con Tyrese, todos nos quedamos con el corazón roto. Pero sé que volverá, y lo hará completamente recuperado.” Ahora el equipo deberá afrontar una nueva temporada sin su referente, mientras la afición espera ansiosa por su regreso.
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