Aunque James sigue siendo un favorito de los fans y se espera que reciba suficientes votos para asegurar un puesto en el equipo All-Star, la fama no garantiza necesariamente su participación. Kevin Garnett, miembro del Salón de la Fama de la NBA, destacó recientemente en su programa KG World Certified que no se debe asumir automáticamente que James jugará el All-Star Game.
Garnett declaró: “Bron no quiere jugar en el All-Star Game. Así que escuchen, todos los que van a votar por Bron, guarden su voto. No jugó el año pasado, ¿por qué esperarían que juegue este año? Escuchen, Bron no jugará el partido.” Sus comentarios fueron directos, no como una crítica al legado de James, sino como una reflexión sobre su comportamiento pasado y sus patrones actuales.
Esta observación refleja una realidad más amplia: con su 41º cumpleaños acercándose, el papel de James en la liga ha evolucionado. Aunque compañeros como Carmelo Anthony reconocen que todavía puede anotar a voluntad, las exigencias físicas y tácticas de su posición han cambiado. James puede dominar tramos de los partidos, pero esperar que cargue con la misma responsabilidad de hace diez años ignora los cambios naturales en la liga y en su propio cuerpo.
El entrenador de Los Angeles Lakers, JJ Redick, compartió un punto de vista similar, explicando: “Él ya no será el LeBron de hace ocho años. Especialmente con defensas que presionan toda la cancha, no es la mejor manera de utilizar sus habilidades actualmente.” Redick añadió que descansar en eventos como el All-Star Game puede ser una decisión lógica.
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