En el escenario más importante hasta ahora en su carrera, Williams se destacó al mantener a flote al Thunder cuando los Pacers redujeron una desventaja de 18 puntos en el segundo cuarto a solo dos en el último periodo. Gracias a esta victoria, Oklahoma ahora lidera la serie al mejor de siete por 3-2, quedando a solo un triunfo de conquistar el campeonato. Shai Gilgeous-Alexander, MVP de la temporada, también tuvo una noche sobresaliente con 31 puntos y 10 asistencias.
La ofensiva de Oklahoma fue decisiva en los minutos finales, con Williams y Gilgeous-Alexander combinándose para sellar el resultado. “Mis compañeros me dan mucha confianza para ser yo mismo”, dijo Williams. “El entrenador Mark siempre me ha dicho que juegue a mi manera, y eso ha hecho una gran diferencia.”
Los Pacers habían logrado una remontada impresionante en el Juego 1, cuando superaron una desventaja de 15 puntos para ganar, pero no pudieron repetir la hazaña esta vez. Williams reconoció las similitudes entre ambos partidos y destacó el aprendizaje del equipo. “Esta noche fue exactamente como el primer juego, para ser honesto. Aprender en estas finales es lo que hace especial a este equipo”, comentó.
Las esperanzas de Indiana están ahora puestas en el Juego 6, que se jugará el jueves por la noche en Indianápolis. Tyrese Haliburton tuvo una actuación apagada con solo cuatro puntos en 34 minutos, y el entrenador Rick Carlisle confirmó que no estaba en plena forma física. Aun así, el base dejó claro que no piensa rendirse: “Es la final, hombre. Si puedo caminar, quiero jugar.” Los Pacers necesitarán una gran actuación para forzar un decisivo Juego 7 y mantener viva la esperanza del título.
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