Una nueva sensación del baloncesto está captando la atención de toda Estados Unidos: Audi Crooks, de 20 años, conocida por los aficionados con el apodo que rápidamente se ha popularizado, “Lady Shaq”. En un país donde Caitlin Clark se convirtió en un ícono nacional, Crooks ha surgido como la próxima figura dominante del baloncesto femenino, rompiendo récords y emocionando a las multitudes con su presencia imparable en la pintura.
La semana pasada, pese a estar enferma, Crooks insistió en jugar. Solo participó 20 minutos, pero anotó 43 puntos, estableciendo el récord histórico de más puntos en un solo partido para la Universidad Estatal de Iowa. “Fue mi juego de la gripe”, dijo con una sonrisa cansada, en referencia a la legendaria actuación de Michael Jordan.
Los comentaristas no tardaron en elogiar su rara combinación de potencia y habilidad. Su imponente físico, su juego de pies ágil y su toque suave en los tiros la convierten en una de las anotadoras más eficientes del baloncesto universitario, superando rutinariamente el 60 % de acierto en tiros de campo. Domina las dobles marcas, controla los rebotes y siempre encuentra la manera de anotar.
Crooks creció en la pequeña ciudad de Algona, Iowa, con menos de 6.000 habitantes. Con 1,91 m de altura, heredó no solo la trayectoria deportiva de sus padres, sino también su número de camiseta compartido—el 55. Aunque no es la jugadora más alta ni la más atlética del baloncesto universitario, su capacidad de usar su tamaño con precisión y confianza la distingue. El entrenador de Iowa State, Bill Fennelly, lo resumió: “No intenta dominar, solo tiene el control.”
Su presencia física ha llevado a comparaciones con Shaquille O’Neal, inspirando el apodo “Lady Shaq” que la sigue a todas partes. Incluso el exjugador de la NBA Kevin Garnett ha reconocido su talento, afirmando que Crooks combina “fundamentos clásicos con dominio moderno”. El presentador deportivo Pat McAfee destacó: “Todos saben que la pelota irá hacia ella—y aun así no pueden detenerla. Eso es un superpoder.”
Pero su ascenso no ha estado exento de desafíos. De niña, Crooks enfrentó críticas por su tamaño—desde decir que era “demasiado grande” hasta cuestionar su estado físico. En lugar de dejarse afectar, convirtió su cuerpo en su mayor ventaja y ahora lo exhibe con orgullo. “La gente siempre dirá que no perteneces aquí”, comentó. “Pero son ellos quienes me están mirando. No me importa lo que digan sobre mi tamaño.”
Crooks impactó de inmediato en su año de novata (2023/24), promediando 19,2 puntos, estableciendo un récord escolar con 635 puntos y anotando 40 puntos contra Maryland en el Torneo NCAA. Elevó aún más su juego en la temporada 2024/25, liderando la Big 12 con 23,4 puntos por partido, anotando en doble dígito cada noche y convirtiéndose en la cara del baloncesto de Iowa State.
A pesar de oportunidades de transferencia lucrativas y rumores de ofertas NIL millonarias, Crooks eligió mantenerse fiel a Iowa State. Este verano anunció que no entraría al portal de transferencias. “Estoy exactamente donde quiero estar”, escribió en redes sociales. Los rumores indicaban que rechazó decenas de millones en incentivos NIL, pero ella aclaró: “Los números que circulaban no eran reales. No recibí ninguna oferta que cambiara mi vida.”
Con su poder, lealtad y consistencia implacable, Audi Crooks se ha convertido en una de las historias más grandes del baloncesto universitario estadounidense—y apenas está comenzando.
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